El lienzo y el papel en blanco esconden formas, colores, texturas, perspectivas superpuestas que me propongo revelar haciendo uso de técnicas mixtas, donde el acrílico y los lápices de colores tienen un lugar fundamental.
La libertad expresiva que me permito tras una búsqueda de varios años, pone en juego una imaginación controlada en cierta forma por mis estudios formales de física: frecuencias, vibraciones, líneas espectrales en subidas y bajadas, valles y picos que convocan el propio devenir de nuestras vidas.
En mi caso, “la pintura sustraída a lo representativo –tal como afirmó Julio Cortázar al compararla con el jazz en su relato `El perseguidor´– queda en libertad para no ser más que Pintura”.